Monteverde es uno de esos destinos que se quedan en el corazón. Situado entre montañas, bosques nubosos y paisajes que parecen sacados de un sueño, este lugar ofrece una experiencia única tanto para ticos que buscan redescubrir su propio país como para viajeros de todas partes del mundo que buscan conocer un lugar especial de Costa Rica.
Lo primero que cautiva al llegar a Monteverde es la naturaleza. La neblina que se posa entre los árboles gigantes crea un ambiente mágico, casi místico. Es un escenario perfecto para los amantes de la fotografía, los que disfrutan de caminar por senderos rodeados de verde y quienes quieren sentir de cerca la biodiversidad costarricense. Aquí conviven aves como el quetzal, monos capuchinos, perezosos y una variedad de especies que parecen multiplicar los sentidos.
Pero Monteverde no es solo contemplar, también es vivir la aventura. En Selvatura Park, por ejemplo, se puede caminar entre puentes colgantes a la altura de las copas de los árboles, lanzarse por emocionantes tirolesas y visitar uno de los jardines de mariposas más grandes del mundo. Es el sitio ideal para quienes buscan mezclar adrenalina con conexión natural.
La cultura local también hace que Monteverde tenga un sabor especial. La calidez de la gente, el aroma del café recién chorreado y las pequeñas sodas con comida casera hacen que cada momento sea más auténtico. Aquí no solo se visita un destino, se vive un pedacito del alma costarricense.
Y, claro, un viaje perfecto necesita un lugar ideal para descansar. Monteverde cuenta con opciones de hospedaje que se adaptan a diferentes estilos de viajeros:
- Jaguarundi Jungle Lodge: rodeado de naturaleza y con una ubicación privilegiada cerca del centro, es perfecto para quienes quieren estar cerca de todo pero aún sentirse en medio de la selva. Esta opción es ideal para personas que quieren estar desconectados y vivir la experiencia en el medio del bosque.
- Hotel Heliconia: una opción encantadora con un ambiente acogedor y vistas impresionantes, ideal para parejas y familias que buscan un espacio tranquilo y lleno de encanto. Se caracteriza por las vistas espectaculares al Golfo de Nicoya y por ofrecer servicios de “spa” en la habitación, realizados por profesionales altamente capacitadas en lo que hacen.
- Hotel Ficus: moderno, cómodo y con una ubicación estratégica para explorar el pueblo y la montaña, pensado para quienes buscan una experiencia práctica sin perder la magia del entorno. Su restaurante ofrece comida costarricense e internacional, y como dato curioso en cierta temporada luego de las 5:00pm le brinda a sus huéspedes un chocolate caliente ó s’mores complementarios, perfectos después de un día de emociones visitando el parque Selvatura.

Ya sea que vengas en plan romántico, familiar o de aventura con amigos, estos tres hoteles ofrecen una experiencia única, siempre con la hospitalidad y el calor costarricense que hacen que cualquiera se sienta en casa.
Monteverde también es sabor. Desde un café caliente cultivado en la zona hasta un almuerzo típico de casados o ceviches frescos, cada comida es una invitación a disfrutar de la tradición.
En definitiva, Monteverde combina lo mejor de Costa Rica: naturaleza, aventura, cultura y hospitalidad. Es un lugar donde cada día sorprende con algo nuevo, ya sea un amanecer entre nubes, una caminata entre bosques, un mágico encuentro con la fauna o una noche estrellada con el sonido de la selva como música de fondo.
Si querés vivir la magia de Monteverde, reservá tu estadía en Jaguarundi Jungle Lodge, Hotel Heliconia u Hotel Ficus, y no dejés de visitar Selvatura Park para llevarte recuerdos inolvidables. ¡Monteverde te está esperando! Valery Hunter / Nature Lover in Monteverde, Costa Rica